sábado, 2 de julio de 2011

VERDADES Y CERTEZAS



Michael Gazzaniga, entre otras cosas director del 'SAGE Center for the Study of the Mind' de la Universidad de California en Santa Barbara, me ha choqueado más de una vez. Como en los test a una persona a la que (por motivos médicos) se le había seccionado la comunicación entre ambos hemisferios cerebrales. Un hemisferio 'inventa' justificaciones para acciones que emprende su otro hemisferio y de las que no conoce absolutamente nada (véase artículo, libro 'el cerebro ético').
Investigación y Ciencia, en el número de Junio pasado, publica un artículo de este autor sobre los problemas de todo tipo que afronta el uso de escáneres cerebrales en los tribunales de justicia. La investigación, a la vez que arroja luz sobre algunos hechos hace aflorar antiguas dudas. Cito del mencionado artículo:
Un reciente trabajo del Dr. Anthony D. Wagner y sus colegas en la Universidad de Stanford, ha puesto de manifiesto que bajo condiciones controladas de experimentación IRMf, en combinación con complejos algoritmos de análisis llamados 'clasificadores de patrones', se puede determinar con precisión que una persona está recordando algo, pero no si el contenido de la memoria detectada es real o imaginario. En otras palabras, podríamos ser capaces de utilizar IRMf para detectar si los individuos creen que están recordando algo, pero no podemos decir si sus creencias son correctas.
¿Miente quien cree decir la verdad, por el hecho de haber errado en su creencia? Oliver Sacks cuenta como introdujo en su autobiografía el recuerdo propio de un episodio de la guerra en el cual no había estado presente. Fue protagonista y testigo de excepción para un hecho corriente: un suceso ajeno (oído contar, visto en un film) se cataloga en la mente como si hubiera sido experimentado. (véase entrevista).

También podemos plantearnos la situación inversa ¿No miente quien afirma algo que desconoce, si por casualidad acierta?

La noción de verdad es elemento troncal de la filosofía. Cada escuela le ha dado su especial giro, y el tema aún está lejos de haberse agotado. Para los filósofos griegos 'verdad' se identificó con 'permanencia'. La realidad, pues, sería lo que perdura; fuese ello una substancia material, números, cualidades primarias, o ideas.
Descartes sistematizó la duda y determinó que la filosofía solo puede progresar a partir de verdades 'evidentes' (que además de ser ciertas, podemos percatarnos de ello). Tomó como piedra angular el famoso 'pienso, luego existo'. Más tarde, Hume puso en duda la validez absoluta de lo razonado: "Después de haber hecho un razonamiento perfecto, aun me queda la duda de en virtud de qué razones debo asentir a él". Requiere la experiencia como fuente de conocimiento, y refuta la pretensión de lograr un conocimiento absolutamente cierto.
Kant no sigue exactamente ni al racionalismo ni al empirismo, distingue entre los juicios analíticos y los sintéticos. Los primeros son puro producto de la razón e irrefutables. Los segundos se dividen a su vez en 'sintéticos a priori' de los cuales podemos obtener certeza, y los 'sintéticos a posteriori' que requieren la experiencia y que comportan, tan solo, un conocimiento probable.
Ya en el siglo XX, Tarsky retoma la noción de verdad y busca la manera de eludir las paradojas que han ido apareciendo (desde, por lo menos, Epiménides). Pone en duda la posibilidad de una definición rigurosa de verdad en los lenguajes naturales. E impone fuertes restricciones en los lenguajes formales para evitar la autoreferencia y la ambigüedad en sus definiciones de verdad.

Si cambiamos la perspectiva y nos acercamos al mundo cotidiano, encontramos que la noción de verdad se emplea ineludiblemente y, con fines prácticos, se adoptan definiciones 'suficientemente útiles'.

En jurisprudencia, cuanto más graves puedan ser las consecuencias de un juicio, mayor es la exigencia en las pruebas. Es un principio del derecho penal en nuestro país (importado del mundo anglosajón) que para condenar a alguien se precisan pruebas 'más allá de toda duda razonable'. Sin que esté totalmente claro el significado de esta afirmación, se aplica en un sentido menos estricto del 'más allá de toda sombra de duda'. Esto es, un hecho se considera probado si las hipótesis alternativas son altamente improbables. En el derecho civil la probación puede ser aún menos estricta, basta con que haya más evidencias a favor del hecho de las que hay en contra.

Esta necesidad práctica de tomar como 'verificado' algo paro lo cual no podemos obtener la certeza absoluta, también aparece en muchas áreas científicas y técnicas. En algunos casos se adopta un criterio de 'certeza estadística'. Por ejemplo, en criptografía se requieren números primos muy grandes (de miles de cifras decimales). Como la verificación exacta tomaría demasiado tiempo, se hace una comprobación estadística: sin alcanzar la certeza, se sabe que muy probablemente tal número es primo. En mecánica cuántica, el desconcertante teorema conocido como 'Desigualdad de Bell' no puede verificarse estrictamente (cualquier medición de una propiedad en una partícula condiciona o invalida una medición subsiguiente), la experimentación se hace de modo estadístico (estudiando la correlación en las mediciones efectuadas a muchas partículas).
En otras áreas del conocimiento donde no pueden obtenerse certezas se adoptan 'verdades' de consenso. En psiquiatría se describen y delimitan trastornos (quizá verdaderas 'entidades nosológicas') por consenso entre los integrantes de un panel de expertos. En historia, 'la verdad' es aquella interpretación de los hechos conocidos que obtiene mayor consenso.

El tema del consenso, tal como se utiliza en la toma de decisiones que afectan a un colectivo, ha evolucionado con el tiempo. El consenso en el sentido de 'obtener el máximo apoyo' ha dado lugar al consenso en el sentido de 'obtener el mínimo de oposición'. Incluso, en algunos casos y situaciones, sólo se adopta una decisión colectiva por unanimidad.

En relación al tema de 'verdad' hay un aspecto importante que no se ha mencionado. Es la cuestión del valor que tenga la 'verdad' para quien hace la evaluación. La elucidación de si algo es cierto o no, requiere que esta discriminación sea más importante que otros posibles beneficios, independientemente de la manera como se determine. Y no se trata solo de honradez. La historia de la ciencia está jalonada de engaños y de autoengaños. Un caso paradigmático fue el de los 'rayos N'. Lo más interesante desde el punto de vista psicológico no es que su descubridor, Blondlot, viera algo que no existía, sino que algunos otros físicos tambien lo vieron.

En fin, y para acabar el post, la incertidumbre es condición habitual en nuestra vida y de alguna manera hay que tomar decisiones. Incluso las que toma uno mismo en solitario requieren consenso entre las diversas tendencias que conviven bajo la denominación 'yo'. Y uno mismo en solitario también está sujeto a todos los escollos que muestra un breve repaso histórico a la noción de verdad.

3 comentarios:

  1. Ole.
    Las verdades lo son para mi. Sé que son mentira pero hago como que son verdades para funcionar en mi cuerda, y los míos (en mi cuerda social, cultural, geográfica, temporal,...) hacen lo mismo.
    Si uno se lo cree cae en el fanatismo y no puede ver más allá, si uno no tiene "verdades" cae en un relativismo en el que no podemos construir...

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  2. Estoy contigo Miguel, la entrada vale mucho la pena. Personalmente y por herencia de epocas psicóticas guardo en la mochila varias ristras de recuerdos "falsos" vividos como reales y sentidos como verdaderos. Sólo la comunicación de estos hechos con mi entorno y el atender la posibilidad sobre éstos que mi entorno aportaba me hace suponerlos como falsos. Al final la duda y sus misterios sobrevuela mi mente cuando éstos aparecen... Lo cual -como tantas veces hemos dicho Etiquetada y yo mismo- sólo a base de comprobar que es lo que pasa cuando dejo crecer dichos recuerdos y sus ramificaciones (psicosis) ha conseguido que prefiera obviarlos o encapsularlos (que es una palabra muy de moda en mi centro de salud) y seguir mi vida como si nada de todo aquello me importara realmente. Con los recuerdos falsos o verdaderos -sobre todo con aquellos que no puedes compartir por su inquietante naturaleza- más vale ejercer un Carpe Diem como la copa de un pino!!

    Abrazos entre estertores (bronquitis obliga)!!!

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